jueves, 10 de diciembre de 2009

Día Mundial de los Derechos Humanos



Por la liberación de los presos de conciencia y la entrada en el Sáhara Occidental de Aminatou Haidar.

El Gobierno marroquí, cuyo monarca es gran amigo del nuestro, ha detenido a ocho personas por ejercer su derecho de expresión. También, como ya venimos viendo en la prensa, radio y televisión, han expulsado a la defensora de derechos humanos Aminatou Haidar, después de confiscarle su pasaporte, y cuya entrada en nuestro pais fue permitida por nuestras autoridades a través del aeropuerto de Lanzarote donde está siguiendo, con una gran determinación, una dura huelga de hambre.

Los detenidos, son considerados porAmnistía Internacional como presos de conciencia, por ejercer su derecho a expresarse pacíficamente, y pide su libertad inmediata e incondicional. También para Amnistía Internacional, la expulsion y la confiscación del pasaporte de Aminatou responden a su postura sobre la libre determinación del Sáhara Occidental. Según esta organización de Derechos Humanos es preocupante que las autoridades marroquíes estén tratando como asunto de seguridad nacional las actividades políticas pacíficas que cuestionan la “integridad territorial” de Marruecos.

También Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Dakja Lashgar, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek todos miembros de organizaciones de derechos humanos fueron detenidos el pasado 8 de octubre a su regreso de Argelia, donde habían visitado los campamentos de refugiados del Frente Polisario. Los siete se enfrentan en un tribunal militar a varios cargos relacionados con la seguridad del Estado, incluidos los ataques contra su “integridad territorial”, y podrían ser condenados a muerte si se les declarara culpables, ya que en Marruecos, con quien mantenemos importantes relaciones comerciales, sigue vigente la pena de muerte.

Así como Idriss Chahtane, director del semanario Almichaal, que fue detenido tras publicar un artículo sobre la salud del rey Mohamed VI. Los tribunales en relación a este artículo, ordenaron su prisión inmediata, a pesar de que la defensa había recurrido contra el fallo. Idriss Chahtane está siendo maltratado en la cárcel con absoluto desprecio a las normas humanitarias más elementales manteniendolo en régimen de aislamiento lo cual compromete su derecho a una defensa justa.

Hay que exigir al gobierno de Marruecos la entrada inmediata e incondicional de Aminatou Haidar en el Sáhara Occidental, y la liberación de estos presos, considerados de conciencia por Amnistía Internacional.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La violencia machista en la literatura clásica española


De Rinconete y Cortadillo (Miguel de Cervantes)

...... creyendo él que yo le sisaba algo de la cuenta que él allá en su imaginación había hecho de lo que yo podía tener, esta mañana me sacó al campo, detrás de la Güerta del Rey, y allí, entre unos olivares, me desnudó, y con la petrina, sin escusar ni recoger los hierros, que en malos grillos y hierros le vea yo, me dio tantos azotes que me dejó por muerta. De la cual verdadera historia son buenos testigos estos cardenales que miráis.

(.....) La Gananciosa tomó la mano a consolalla, diciéndole que ella diera de muy buena gana una de las mejores preseas que tenía porque le hubiera pasado otro tanto con su querido.

Porque quiero, dijo, que sepas, hermana Cariharta, si no lo sabes, que a lo que se le quiere bien se castiga; y cuando estos bellacones nos dan, y azotan y acocean, entonces nos adoran; si no, confiésame una verdad, por tu vida: después que te hubo Repolido castigado y brumado, ¿no te hizo alguna caricia?

¿Cómo una?, respondió la llorosa. Cien mil me hizo, y diera él un dedo de la mano porque me fiera con él a su posada; y aun me parece que casi se le saltaron las lágrimas de los ojos después de haberme molido.

No hay dudar en eso, replicó la Gananciosa. Y lloraría de pena de ver cuál te había puesto; que estos tales hombres, y en tales casos, no han cometido la culpa cuando les viene el arrepentimiento; y tú verás, hermana, si no viene a buscarte antes que de aquí nos vamos, y a pedirte perdón de todo lo pasado, rindiéndosete como un cordero.

En verdad, respondió Monipodio, que no ha de entrar por estas puertas el cobarde envesado, si primero no hace una manifiesta penitencia del cometido delito. (......)

¡Ay!, dijo a esta sazón la Juliana. No diga vuesa merced, señor Monipodio, mal de aquel maldito, que con cuan malo es, le quiero más que a las telas de mi corazón, y hanme vuelto el alma al cuerpo las razones que en su abono me ha dicho mi amiga la Gananciosa, y en verdad que estoy por ir a buscarle.

(Vale)


domingo, 25 de octubre de 2009

Viajar alarga la vida


Había una vez, alrededor del año 330 a. C., un tal Piteas que vivía en Massalia y que, gracias a unos barqueros que habían recorrido el Ródano y conocido a otros viajeros, supo que existía al norte un mar tan grande como para contener islas. Le contaron que en ellas se producían metales preciosos y una sustancia resinosa de color amarillo oscuro, muy apreciada por su belleza. Sin embargo, el Ródano no llegaba hasta este mar y nadie sabía en realidad lo lejos que estaba. Entonces, unos marineros que regresaban de un viaje por el Mediterráneo contaron que las Columnas de Hércules no estaban suficientemente vigiladas, por lo que los mercaderes de Massalia (actual Marsella) pensaron que el camino estaba libre y podían emprender la búsquedad de este mar del norte. Escogieron, entonces, al tal Piteas para realizar el viaje armándole una embarcación de unos cuarenta y cinco metros de eslora, con dos timones laterales firmes a las aletas, muy duros de llevar, por cierto, con mala mar o viento fuerte.
Bordeando la Península Ibérica y por la costa cantábrica, Piteas constató que ésta se hallaba a la misma latitud que Massalia, y, alcanzando el norte de Francia, a través de las brumas, pasó por la costa sur de Gran Bretaña donde se hallaba un puerto de gran tráfico llamado Ictis, tal vez la isla de Wight, poniendo rumbo al norte, entre Inglaterra e Irlanda, hasta llegar a las Orcadas y continuando más allá de las Shetland y las Feroe, acabando por encontrar una tierra en la que, durante el primer día del verano, el sol permecía veticuatro horas sin ocultarse. Piteas llamó a este lugar Thule que se consideró el fin del mundo en esta dirección.
Regresando por Dinamarca y Suecia descubrió un gran mar interior, el Báltico, donde comenzó su búsqueda del ámbar, tratando de encontrar un paso entre éste y el mar Negro. En su recorrido, descubrió ríos que fluían de sur a norte y comprendió que las noticias sobre el mar del norte habían llegado al Mediterráneo a través de ellos. Sin embargo, hubo de regresar a casa por tierra, tal vez por haber sido perseguido por los cartagineses contrarios a que hubiese rebasado las Columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar) controladas por ellos para cerrar el paso al Atlántico.